Earthjustice, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente,
la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental y Public Citizen, organizaciones internacionales que
velan por el medio ambiente, se pronunciaron sobre el posible reinicio de
operaciones de Doe Run Perú, y pidieron que no se detengan los esfuerzos para
limpiar La Oroya de la contaminación que ocasionó está cuestionada empresa en
nuestro país.
A través de un pronunciamiento público, solicitaron al Perú a no ser
disuadido de sus esfuerzos para que Doe Run descontamine La Oroya, a pesar de
diversas tácticas legales y políticas que viene realizando para seguir operando
sin haber cumplido su compromiso de proteger el medio ambiente y la salud de la
población.
“Hoy, en lugar de asumir sus responsabilidades, DRP y su matriz, el
Grupo Renco, están usando tácticas legales y políticas cuestionables para
continuar evadiendo sus responsabilidades – fundamentalmente mediante una
demanda de arbitraje internacional comercial contra el Estado de Perú”, señala
dicho documento.
Las organizaciones internacionales advirtieron que “aún si el Estado
peruano le otorgaría a DRP otra extensión del Programa de Adecuación y Manejo
Ambiental (PAMA), la responsabilidad de los reclamos en el caso del arbitraje
contra el Estado permanecerá, porque la demanda de arbitraje del Grupo Renco
abarca más elementos que la extensión del PAMA contemplada la propuesta de ley”.
Asimismo, estas instituciones se mostraron sorprendidas que el Congreso
vaya debatir una norma para la ampliación de los plazos a la empresa para que
pueda cumplir su PAMA, favoreciéndola por tercera vez y sin la voluntad de
cumplir con el medio ambiente.
Otra de las razones de la posición de las organizaciones es que dicha
empresa estaría usando el arbitraje internacional para aislarse de penalidades
en el caso de la demanda en la Corte de Missouri, EE.UU, donde actualmente existe
una acción legal de varios niños contra Doe Run Perú por afectar severamente su
salud por la contaminación de la fundición.
Además, sugiere que el Congreso debería mantenerse firme en que el Grupo
Renco desista de continuar de la demanda de arbitraje internacional, que asuma
su responsabilidad con la contaminación proveniente de la fundición y que
cumpla con la totalidad de sus compromisos del PAMA antes que reinicie sus
operaciones.
Señala que si el Estado cede a la amenaza del arbitraje internacional de
inversión, establecería un mal precedente a nivel internacional y favorecía a
este tipo de empresas que no les interesa la salud de la población ni el
cuidado del medio ambiente.
“Si el gobierno responde a esta
amenaza dando un trato especial a Doe Run a expensa de los niños y niñas de La
Oroya, ello enviaría el mensaje a DRP y a las compañías multinacionales en el
mundo, que dichas amenazas son efectivas.
Esto debilitaría la posibilidad del Perú de proteger sus intereses,
incluyendo el ambiente y los derechos humanos, frente al mal comportamiento de
las empresas”, puntualiza.
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