El pasado 7 de febrero los integrantes de la “Plataforma La Oroya por un cambio”, encabezado por el ex viceministro del Ministerio del Ambiente, José De Echave y
la representante del Movimiento por la Salud de La Oroya, Rosa Amaro expusieron
las consecuencias negativas frene al reinicio de las operaciones del
Centro Metalúrgico de La Oroya.
El tema de La Oroya debe ser
enfocado desde varios puntos, dijo De Echave. El primero es el incumplimiento
de la empresa en la ejecución del Plan de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA).
Desde 1997, Doe Run debió haber invertido $129 millones de dólares en la ejecución
de proyectos de adecuación del complejo metalúrgico a la legislación ambiental
vigente. El 2007 se cumplió el plazo y ningún proyecto fue ejecutado. Durante
este periodo el PAMA tuvo 4 modificaciones: 19/10/1999 (tratamiento del agua
madre); 10/04/2001 (tratamiento de efluentes líquidos); 25/01/2002 (tratamiento
de efluentes líquidos); y el 03/04/2004 (declarada improcedente); y dos
ampliaciones: el 2006 en el gobierno de Toledo y el 2009 en el gobierno de
García.
En total han sido 9 los proyectos de
inversión para reducir los daños al
medio ambiente con los que Doe Run no ha cumplido. El más importante fue la
construcción de una planta de ácido sulfúrico valorizado en $ 107 millones de dólares. Su construcción
era de vital importancia para la disminución de emisiones de dióxido de azufre
al ambiente.
“Con estas concesiones a Doe Run
le damos un pésimo mensaje a los inversionistas. El que no cumple con los
acuerdos termina siendo el más favorecido”, dijo De Echave.
El segundo punto mencionado por De
Echave fue el proyecto de ley presentado en el Congreso de la República que le
permitiría a Doe Run reiniciar las operaciones del Centro Metalúrgico La Oroya. El proyecto
presentado por el congresista Casio Huaire Chuquichaico, de Alianza Parlamentaria, busca darle un nuevo plazo a Doe Run para la
culminación de la construcción de la
“Planta de Ácido sulfúrico y modificación del circuito del cobre”. Esta
vez el plazo sería de 24 meses, tiempo en el que la minera adecuaría su
infraestructura para el cumplimiento del PAMA, el cual tiene por finalidad que
las empresas reduzcan sus niveles de contaminación y no dañen irreversiblemente
el ecosistema.
Sin embargo, el historial de
omisiones de Doe Run la condenan ¿Qué garantizaría que esta vez Doe Run cumpla?
“Este proyecto de ley pretende
otorgarle varias concesiones a una de las mineras más contaminantes del país.
Hay varios artículos que nos preocupan. Es una propuesta flexible, sumamente
favorable para la empresa y en contra
del bienestar de la población”, dijo De Echave. Hay que recordar que La Oroya
figura entre las diez ciudades más contaminadas del mundo y mientras Doe Run
facturaba, entre el 2005 y 2009, utilidades netas por $ 504 millones de
dólares, más niños seguían siendo contaminados por las emisiones de gases
tóxicos del complejo metalúrgico como cadmio, arsénico y plomo. El incremento de las ganancias de Doe Run no iba de acuerdo a sus
obligaciones ambientales.
“Existen todos los indicios de que
esta vez sea otro proceso poco serio. Además, el proyecto de ley le deja
abiertas varias puertas a la minera. Hay
un artículo que le da las facilidades para exonerarla de las numerosas multas y
sanciones pendientes. Y otro en el que se le otorgarían nuevas prórrogas para
el cumplimiento de los proyectos de inversión pendientes”, dijo De Echave.
Finalmente, hay que recordar que
Doe Run demandó al Estado Peruano por $ 800 millones de dólares amparados en los acuerdos del Tratado de
Libre Comercio que protege a la inversión privada. La empresa considera que ha
recibido un trato injusto por parte del
Estado. Nueve congresistas estadounidenses pidieron que el Estado
Peruano sea sancionado y que el apoyo que recibimos del Banco Internacional de
Desarrollo sea evaluado.
De Echave opina que Doe Run es una
empresa poco transparente, que es preocupante la situación de los trabajadores
que se han quedado sin trabajo desde que se paralizó las operaciones de la
empresa. Sin embargo, una empresa
acostumbrada a incumplir no les garantizaría estabilidad a los trabajadores.
Igualmente,
Rosa Amaro pobladora de La Oroya dijo que la provincia no subsiste únicamente
de la minería, que el Estado, mediante el Ministerio de Salud, no ha mostrado
ningún interés por dar tratamiento a los terribles daños de salud que han
sufrido los pobladores luego de haber sido contaminados por la minera por
tantos años. “Parece que el Estado
quiere favorecer a una trasnacional que no cumple con el PAMA y no se preocupa
por la salud de la población”, dijo Amaro.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar