lunes, 28 de mayo de 2012

Comunicado de la Plataforma La Oroya por un Cambio ante nombramiento de nueva empresa liquidadora


COMUNICADO


El pasado 25 de mayo la Junta de Acreedores de Doe Run Perú eligió a la empresa Rigth Business S.A. como la nueva administradora que debe llevar a cabo el proceso de liquidación de la misma.

Esta empresa tendrá que encontrar una salida viable a las operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), que desde 1997 ha generado graves impactos a la salud pública de la zona.

La Plataforma la Oroya por un Cambio hace votos para que la nueva empresa liquidadora, que tiene un rol clave y de gran trascendencia para el futuro de La Oroya, no ceda a presiones y chantajes y que desempeñe un trabajo técnico y transparente, cuyo fin principal sea lograr la venta del complejo como unidad económica, garantizando el derecho al trabajo  pero bajo estándares ambientales que garanticen la salud de todos los pobladores de La Oroya.

Para ello, es necesario que antes que se reinicien las operaciones de CMLO, se concluyan todas las inversiones ambientales necesarias para adaptar el complejo metalúrgico al cumplimiento de los Estándares de Calidad de Aire, lo que implica la construcción de la planta de ácido sulfúrico.

El ejecutivo ha dado pasos firmes en este caso y  ha sido claro en exigir a Doe Run Perú que cumpla con las leyes peruanas y con los compromisos asumidos en su PAMA en 1997. Esperamos que esta actitud firme se mantenga y que el nuevo operador tenga las credenciales necesarias para respetar el marco legal peruano y garantizar el cumplimiento de estándares ambientales.

El Perú necesita inversión, pero una inversión responsable, que respete la vida y el medio ambiente.

La plataforma exige el cumplimiento de las leyes peruanas y confía en que la historia de contaminación de  La Oroya  termine y no se vuelva a repetir.

Plataforma La Oroya por un Cambio

jueves, 24 de mayo de 2012

“Nueva empresa deberá respetar estándares ambientales en La Oroya”


Emma Gómez, de la Plataforma La Oroya por un cambio, señala que reinicio de operaciones del Complejo Metalúrgico deberá estar condicionado a la construcción de la planta de ácido sulfúrico, para garantizar el cumplimiento de los estándares ambientales y evitar la contaminación en La Oroya.

En los próximos días se debe definir cuál será el futuro del Complejo Metalúrgico de La Oroya. Por su parte, la empresa Doe Run presentó una cuarta propuesta del plan de reestructuración a fin de seguir con la administración del Complejo, que está en sus manos desde 1998. Esto requerirá de una nueva reunión de la Junta de Acreedores para evaluar si es aceptada o rechazada. De ser el primer caso, se pondría fin al proceso de liquidación en marcha iniciado hace algunas semanas.

Al respecto, Emma Gómez de CooperAcción, institución que forma parte de la Plataforma La Oroya por un cambio, señala que “sea que se acepta el nuevo plan de reestructuración de Doe Run o sea que un nuevo operador se haga cargo del complejo, el Estado debe exigir el cumplimiento de rigurosos estándares ambientales. Ello implica que la planta de ácido sulfúrico pendiente sea construida antes del reinicio de las operaciones. No se puede permitir que la historia de contaminación y afectación a la salud de la población se repita en La Oroya.”.
Para Gómez este cuarto intento de Doe Run de presentar un plan de reestructuración, que no ha incluido la construcción de la planta de ácido sulfúrico significa que “la empresa sigue mostrando cero voluntad de asumir sus compromisos ambientales pues la construcción de la planta debe ser una condición previa al reinicio de las operaciones. Hacer lo contrario sería condenar a La Oroya a sufrir un nuevo escenario de contaminación y de daños irremediables a la salud de  su población”.

martes, 22 de mayo de 2012

Mientras Doe Run presenta nuevo plan de reestructuración, en EE.UU hay preocupación por el futuro de La Oroya


ü  Congresista Russ Carnahan representante de Missouri envió carta al Congreso peruano


La presentación del cuarto plan de restructuración por parte de la empresa Doe Run pone en el escenario la posibilidad de que la Junta de Acreedores no liquide a la empresa y que el Complejo Metalúrgico de La Oroya siga a cargo de una de las empresas más cuestionadas del país por sus incumplimientos ambientales.

Sumado al pedido de 18 congresistas estadounidenses que suscribieron en marzo una carta dirigida a la Secretaria de Estado Hillary Clinton y al Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, planteando los nefastos antecedentesdel Grupo Renco (matriz de Doe Run), Russ Carnahan, representante del  tercer distrito de Missouri, localidad donde opera una de las fundiciones de plomo de Doe Run Corporation y su empresa matriz Renco Group, hizo lo propio.

El congresista conoce de cerca la situación de las personas contaminadas por plomo en Herculaneum, un pueblo de 2,800 personas, ubicado junto al río Mississippi en EE.UU. que al igual que La Oroya ha sido golpeado por la emisión de plomo  durante décadas, hasta que en el año 2000 la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Recursos Naturales de Missouri emitieron una orden exigiéndole a Doe Run la instalación de nuevos controles de contaminación y la limpieza de los patios de las casas que presentaban niveles de plomo por encima de los estándares de la EPA. La empresa tuvo que pagar una millonaria indemnización a dieciséis personas impactadas por el plomo.

Para Russ Carnahan  la situación de La Oroya es un tema de interés en EE.UU., por ello envió una carta dirigida a la comisión de Energía y Minas del Congreso peruano manifestando su preocupación por el futuro de La Oroya, debido a que la fundición de Doe Run, en La Oroya, Perú, presenta similares problemas ambientales y de salud pública que en Missouri”, dice la carta de Carnahan.

El congresista recuerda que si bien la fundición ha dado muchos empleos también ha generado una grave contaminación medioambiental y problemas de salud pública. También hace una breve comparación con el caso de la fundición de plomo de Doe Run en Estados Unidos, localizado en Herculanem, Missouri. “La fundición ha operado desde 1892 y fue adquirida por Renco Group en 2004. Por muchos años, familias enteras y niños que han vivido cerca de las instalaciones han estado peligrosamente expuestos a altos niveles de plomo.

Como se sabe, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha identificado a Doe Run con un bajo récord ambiental, multándola y obligándola a cumplir estándares ambientales. El 2010, Doe Run se comprometió en pagar $65 millones de dólares por violar las leyes ambientales, así como $7 millones de dólares como reparación civil para remediar la contaminación medioambiental. Por estas razones, la fundición de Doe Run en Herculanem, cerrará sus instalaciones a finales del 2013”, dice la carta.

“Como es el caso en los Estados Unidos, Doe Run Perú tiene la capacidad para proporcionar puestos de trabajo en sus operaciones mientras se hace tan poco con las tecnologías de control de la contaminación que se necesita para proteger la salud pública y el medio ambiente en La Oroya”, señala.